Hace unos meses una cliente llegaba a nuestro despacho con cierta desesperación. Se había sometido a una intervención de cirugía por un problema estético que, lejos de verse solucionado, se provocó daños importantes, no solo estéticos, sino también psico-físicos. Había «reclamado» al médico pero «no le habían hecho ni caso».
Tras la primera consulta se trazó la estrategia a seguir:
1) análisis de viabilidad desde el punto de vista jurídico para verificar a quien demandar, cumplimiento de plazos etc…
2) análisis de viabilidad desde el punto de vista médico para lo que se realizó consulta con experto médico en valoración;
3) petición de historia clínica 4) envío de reclamación previa para interrupción de prescripción, solicitud de pólizas de RC etc…
Meses después, la aseguradora del profesional interviniente abonó a nuestra cliente una indemnización de más de 50.000 € que venía a cubrir los daños que se le habían originado.
Desgraciadamente los siniestros por negligencia profesional son más habituales cada día, sobre todo en el terreno médico. Es vital contar con el apoyo de un abogado especializado en la materia que, además, tenga el soporte de valoradores médicos expertos en diferentes campos.
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